Reseña histórica de Pejerrey

Primeros habitantes humanos en el Achibueno

En el nacimiento de los esteros La Gloria y Los Patos, cuenca del río Achibueno, así como en otros sitios de la alta cordillera de la provincia de Linares, se han encontrado petroglifos de variadas formas biomorfas, fitomorfas y geométricas-abstractas, que han sido agrupadas y denominadas como “Estilo Guaiquivilo”, atribuidos a grupos Chiquillanes trashumantes que circulaban por la cordillera andina en época estival con aparentes fines de caza y recolección, buscando refugio en las partes bajas en los meses de clima adverso.

Estos grabadores de piedra, se especula, tenían un culto específico al agua, pues siempre los grabados están asociados a cursos y saltos del vital elemento. La ausencia de motivos hispánicos dataría los grabados entre los siglos XII al XVI. Las manifestaciones culturales asociadas a los pueblos creadores del denominado “Estilo Guaiquivilo”, son los primeros indicios de presencia humana en la zona del Cajón del río Achibueno.

 La práctica trashumante de esos primeros habitantes perdura en la tradición arriera, llevada a cabo principalmente por hombres, quienes recorren quebradas y atraviesan esteros llevando su ganado a los altos y tiernos pastos de la cordillera en época estival (octubre a abril), dejando a su paso corrales, expresiones mágico-religiosas e intercambiando mercancías con los pueblos que habitan el lado Argentino de la cordillera, lo que perdura hasta hoy.

En las partes bajas del Cajón, se trabaja produciendo carbón y leña, así como produciendo a baja escala en una agricultura de subsistencia, donde las difíciles condiciones de acceso desde el valle favorecieron una forma de vida basada en la cooperación y en la fuerza de trabajo familiar y de imaginarios de vida y muerte, salud y enfermedad,  profundamente interrelacionados con el entorno.

Conformación de la localidad de Pejerrey

A este lugar se le denominó “Pejerrey” debido a la abundancia que alguna vez hubo del pez de ese nombre en el Achibueno y en los esteros de la zona. El pejerrey ha sido casi extinguido de los cursos de agua de este valle debido principalmente a la introducción de especies exóticas que lo devoran, así como por la pesca indiscriminada.

El sector de Pejerrey es un valle largo y angosto atravesado por el Estero de Pejerrey, el cual nace en las altas montañas de Las Catalinas para luego de 10 km., desembocar en el río Achibueno. Este estero fue por mucho tiempo muy difícil de cruzar, especialmente en invierno, momento en el cual perdía el vado dejando aislados a los vecinos. En 1945, gracias al empuje y tenacidad de la comunidad, se pudo inaugurar un puente que permitió atravesarlo durante todo el año.

De acuerdo con los registros, hasta 1863 el terreno en el cual hoy se encuentra la localidad de Pejerrey pertenecía a doña María del Rosario Contreras y don Manuel Ibáñez, año en el cual fue vendido a don Manuel José Encina. Posteriores ventas y heredades han subdividido este territorio, donde podemos nombrar a las familias Márquez, Guerrero, Guzmán, Muñoz, Riquelme, Parada, Espinoza, Urrutia y Cerda como las más representativas de la zona.

Gran influencia tuvieron los sacerdotes misioneros del Corazón de María, y Salesianos, principalmente, en la conformación del poblado de Pejerrey, quienes junto a la devoción y voluntad de la comunidad pudieron construir el cementerio (1915), la escuela (1920) y capilla (1924) en la zona. De gran importancia fue también la existencia del retén de Carabineros en La Puntilla desde 1939 hasta 1975 (fecha en la cual se trasladó al lugar actual en Montecillos) y la construcción de Las Colonias de Salesianos (1972).

Las condiciones de accesibilidad a la zona hasta la década del sesenta fueron siempre muy precarias, por esos años recién se comienza a producir el ingreso de la loza en reemplazo de la greda, material extraído de yacimientos cercanos, así como el acceso de vehículos motorizados, algo que no fue muy recurrente hasta la década de los noventa con el mejoramiento de los caminos y puentes. Un hito importante y anhelado por la comunidad fue la construcción del puente La Puntilla sobre el río Achibueno en el año 2010, lo que permitió unir las localidades de Pejerrey (comuna de Linares) y Vega del Molino (comuna de Longaví) con mayor facilidad, dado que antes, sólo era posible atravesarlo mediante un “carrito” de fierro, tirado a mano con una palanca, sostenido por un cable de acero que conectaba ambas riberas.

Portada libro Haciendo memoria de tiempos pasados - Padre Juan Garbarino Crovo

Texto basado en el libro: Haciendo memoria de tiempos pasados – Padre Juan Garbarino Crovo