El mártir guerrero católico San Sebastián apareció en la zona en la década de 1940, cuando la familia Cerda instaló una representación de él en la localidad de Los Hualles para pedir por la mejoría de uno de sus miembros. Poco a poco, San Sebastián se fue transformando en un patrono de los arrieros, quienes lo veneraban como protector de su ganado y de su seguridad.
En la actualidad, la devoción a San Sebastián se ha extendido por todo el valle del Achibueno. Las figuras del santo, hechas de yeso o madera, se encuentran en las proximidades de las poblaciones, en cruces de senderos y en corrales. Los arrieros y otros pobladores les prenden velas, les dejan plegarias en papel y monedas, y realizan peregrinaciones a sus santuarios.
La fiesta de San Sebastián se celebra cada 20 de enero, con misas, procesiones y bailes populares. Es una oportunidad para los arrieros y sus familias de agradecer la protección del santo y pedirle su bendición para el año que comienza.
Tonito Calela, el santo popular de Pejerrey
Tonito Calela fue un joven con alma de niño que vivió en la localidad de Pejerrey, Chile. Su candidez y su amor por la vida lo convirtieron en una figura entrañable para los habitantes de la zona.
Tonito era un joven desvalido que vivía de la caridad de los vecinos. No tenía un lugar fijo para vivir, pero siempre encontraba un hogar donde quedarse. Se caracterizaba por su alegría y su buen humor. Le encantaba cabalgar con su caballito de palo, bailar en las celebraciones familiares y asistir a las misiones religiosas.
Un día de primavera de 1989, Tonito fue encontrado muerto junto a un quillay. Los vecinos construyeron una gruta en su honor en el lugar donde fue encontrado. Desde entonces, Tonito es venerado como un santo popular.
La gente acude a la gruta de Tonito para pedir su ayuda en momentos difíciles. Se cree que Tonito es capaz de solucionar problemas y conceder milagros. El día de San Sebastián, la gruta se ilumina con velas de los suplicantes.